La fotografía animal tiene un sello muy característico
que radica en la naturalidad y el sentimiento que se consiga arrancar
con esa instántanea. La ternura, la sencillez y el impacto visual son
importantes para obtener una buena fotografía. La obtención de una buena fotografía de un animal es
realmente difícil.(A la derecha tenemos una instantánea del conocido fotógrafo Oriol Alamany)
No se trata de un objeto sin vida que permanece inmóvil hasta que lancemos la foto. Muy al contrario, su dificultad radica en el nerviosismo del animal, y por eso, lo mejor siempre es intentar pasar desapercibido y captarlo en un instante natural. Aprovecharnos de la tecnología y fotografiarlos con rapidez y de improviso; atraer su atención en el momento preciso del disparo, acudir a tiempos de exposiciones bajos cuando el animal se mueve rápidamente, o bien reducir la profundidad de campo difuminándolo para así destacar la silueta del animal.
En este vídeo podemos ver una
colección de fotografías de
animales en su medio natural
y en sus actividades cotidianas.
Para ser un buen fotógrafo de
fauna hay que tener mucha
paciencia y tiempo para poder
capturar la instantánea perfecta.
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